14 abr 20213 Min. de lectura

El problema de la resistencia antibiótica

Actualizado: 16 abr 2021

La resistencia a los antibióticos no significa que el cuerpo humano se esté volviendo resistente a los antibióticos; es que las bacterias se han vuelto resistentes a los antibióticos diseñados para matarlas.

La resistencia a los antibióticos ocurre cuando gérmenes como bacterias y hongos desarrollan la capacidad de anular los efectos de los medicamentos diseñados para matarlos. Es decir, que los gérmenes no mueren y continua su proceso de crecimiento.

Las infecciones causadas por gérmenes resistentes a los antibióticos son difíciles y, a veces, imposibles de tratar. En la mayoría de los casos, las infecciones resistentes a los antibióticos requieren estadías prolongadas en el hospital, seguimiento médico y alternativas costosas y tóxicas.

Resistencia antibiótica como problema de salud pública.

La resistencia a los antibióticos es un problema creciente e importante de salud pública. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha estimado que, anualmente, alrededor de 700 000 personas en todo el mundo mueren debido a infecciones causadas por bacterias resistentes a los medicamentos. Sin antibióticos eficaces, el éxito de la cirugía mayor y la quimioterapia contra el cáncer estaría en riesgo.

Y, sin embargo, debido a los costos involucrados en el desarrollo de nuevos antibióticos, muchas compañías farmacéuticas de hecho han detenido el desarrollo clínico de nuevos antibióticos.

“La opinión actual es que, si bien el desarrollo de un antibiótico independiente completamente nuevo es importante, no satisfará la necesidad urgente. El campo se ha volcado hacia tratamientos combinatorios, que podrían llegar al mercado más rápido”, explica Fredrik Almqvist, CEO de QureTech Bio, el anfitrión del proyecto.

El proyecto QTB4AMR, financiado por la UE, ha desarrollado compuestos novedosos que pueden restaurar la susceptibilidad a los antibióticos en bacterias Grampositivas resistentes a los antibióticos, aumentando así la eficacia de los antibióticos estándar. Las bacterias grampositivas, como los enterococos resistentes a la vancomicina (VRE) y el Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (MRSA), representan aproximadamente el 60% de las infecciones respiratorias, intraabdominales y del tracto urinario.

Algunos de los principales patógenos resistentes

Los tipos de microorganismos que causan infecciones en el ser humano y los animales son muy numerosos, por lo que las estrategias de prevención y tratamiento de las enfermedades deben estar adaptadas a los factores de riesgo de infección y a las opciones terapéuticas disponibles. A lo largo de los últimos años, la mayoría de las especies patógenas han desarrollado resistencia a uno o más antimicrobianos. A continuación, se enumeran algunas de las especies cuya resistencia es más preocupante desde el punto de vista de la salud pública.

Bacterias (adquiridas en el medio extrahospitalario)

Escherichia coli
Mycobacterium tuberculosis (causante de la tuberculosis)
Neisseria gonorrhoeae (causante de la gonorrea)
Salmonella typhi
Staphylococcus aureus, incluidas las cepas resistentes a la meticilina adquiridas en el medio extrahospitalario
Streptococcus pneumoniae

Bacterias (adquiridas en el medio hospitalario)

Acinetobacter baumannii
Enterococcus faecium y Enterococcus faecalis, incluidas las cepas resistentes a la vancomicina
Patógenos entéricos multirresistentes, entre ellos Escherichia coli y Klebsiella pneumoniae productoras de las enzimas ESBL y KPC
Pseudomonas aeruginosa
Staphylococcus aureus, incluidas las cepas resistentes a la meticilina
Stenotrophomonas maltophilia

Bacterias (enfermedades zoonóticas)

Campylobacter spp.
Salmonella spp

Hongos

Candida albicans

Parásitos

Leishmania spp.
Plasmodium spp (causantes del paludismo)
Trypanosoma spp.

Virus

Citomegalovirus
Virus del herpes simple
VIH

Recuerda también que la resistencia a los antibióticos es un problema que nos afecta a todos, ten en cuenta:

No utilizar un antibiótico sin prescripción médica.
Cumplir con la duración y la dosis indicada por el médico.
Emplear los antibióticos apropiados para cada tipo de bacteria
No utilizar antibióticos para luchar contra infecciones causadas por virus porque son completamente ineficaces