Al enfocarse en el envejecimiento inmunológico en lugar del virus, BGE-175 tiene potencial para un uso amplio para tratar múltiples infecciones que dañan de manera desproporcionada a las personas mayores.
A medida que nos hacemos viejos, partes de nuestro cuerpo envejecen y se desgastan, incluido el sistema inmunitario. Esa es una de las razones por las que el COVID-19 ha sido más complicado de llevar en personas mayores. Ahora, un medicamento puede mejorar la eficacia del sistema inmunitario envejecido y mejorar su capacidad para combatir el virus. Dosis diarias del medicamento, llamado BGE-175 (Asapiprant), fueron capaces de prevenir la muerte en un modelo de ratón con COVID-19. Según lo informado en Nature, la investigación sugirió que el medicamento puede ayudar a proteger a las personas mayores de los peores síntomas ocasionados por el virus SARS-CoV-2.
En este estudio, se utilizó un modelo de ratón que imita al COVID-19 humano; se acumula líquido en sus pulmones, el tejido pulmonar se infecta y se elevan los niveles de citocinas proinflamatorias. En un esfuerzo por reflejar la vida real, cuando las personas buscan tratamiento después de haberse enfermado, se administró BGE-175 solo a los ratones después de que se enfermaron, es decir, dos días después de que se infectaron con el virus. Ahora se está realizando un ensayo clínico de fase 2 para evaluar BGE-175, el cual fue desarrollado por una empresa de biotecnología llamada BioAge Labs.
A medida que el sistema inmunitario envejece, no puede responder a las infecciones con tanta rapidez. Una de las razones es una vía de señalización que se interrumpe, lo que implica una molécula llamada PGD2. A medida que se deteriora la vía, las células T y los anticuerpos no reaccionan tan rápido porque las células dendríticas se mueven más lentamente. Los neutrófilos también se vuelven más agresivos, lo que daña los tejidos infectados. El sistema inmunitario envejecido no puede responder rápidamente y la respuesta que finalmente se desencadena puede ser excesiva.
BGE-175 puede interrumpir la asociación entre PGD2 y su receptor, llamado DP1, para ayudar a revertir los efectos del envejecimiento inmunológico. La aplicación de BGE-175 ayuda a que las células dendríticas se muevan más rápidamente del tejido pulmonar a los ganglios linfáticos. Los niveles de neutrófilos en el tejido pulmonar se redujeron y más ratones sobrevivieron a la infección en comparación con los animales no tratados.
Cuando los ratones que fueron modificados genéticamente para carecer de PGD2 o DP1, tenían menos inflamación y daño en los tejidos, y tenían menos probabilidades de morir de una infección viral. Esto ayuda a demostrar que BGE-175 usa la vía PGD2.
“Nuestros hallazgos muestran claramente que el objetivo terapéutico de BGE-175 juega un papel clave en hacer que el entorno pulmonar envejecido sea propicio para una función inmunológica óptima y, por lo tanto, contrarreste el envejecimiento inmunológico”, dijo el coautor del estudio, el profesor Stanley Perlman, MD, PhD., Doctor en Enfermedades infecciosas de la Universidad de Iowa.
El sistema inmunológico es crucial para nuestra supervivencia, pero también debe controlarse cuidadosamente; si la inflamación no se puede disipar, puede conducir a la muerte. La inflamación descontrolada se asocia con algunas infecciones, incluidos los casos graves de COVID-19. El ensayo clínico evaluará si BGE-175 puede restaurar la regulación en el sistema inmunitario y devolver los niveles de moléculas inmunitarias a la normalidad.
Los investigadores tienen la esperanza de que, dado que BGE-175 funciona con el sistema inmunitario en lugar de con una parte del virus, será aplicable incluso si el virus continúa mutando en nuevas cepas u otros virus.
Si los resultados del ensayo clínico de fase 2 son positivos, BioAge investigará las posibles aplicaciones clínicas de BGE-175, que también incluyen influenza y neumonía viral.
Más información: Wong, LY.R., Zheng, J., Wilhelmsen, K. et al. Eicosanoid signaling blockade protects middle-aged mice from severe COVID-19. Nature (2022). https://doi.org/10.1038/s41586-022-04630-3
Nota original: Labsroot
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