Los investigadores han descubierto un nuevo tipo de célula que podría ayudar en la regeneración o reparación de tejidos. Los hallazgos se han publicado en Nature Communications. Células inmunes llamadas macrófagos residen en los tejidos, se encuentran en ciertos lugares y funcionan de maneras específicas según su entorno; no solo responden a las infecciones, sino que también pueden ayudar a procesar nutrientes y eliminar desechos celulares, por ejemplo. Durante mucho tiempo se ha pensado que los glóbulos blancos que se mueven en la circulación, células conocidas como monocitos, pueden ser una fuente de macrófagos residentes en los tejidos.
Se cree que los propios monocitos se originan a partir de células madre hematopoyéticas, que reciben apoyo en su función gracias a las células endoteliales. A su vez, se cree que los macrófagos apoyan a las células endoteliales, que ayudan a formar los vasos sanguíneos.
Este nuevo estudio ha revelado que existe una población de células llamadas células progenitoras endoteliales-macrófagas (EndoMac), que hasta ahora se desconocía. Estas células progenitoras EndoMac tienen la capacidad de diferenciarse en células endoteliales o macrófagos.
“Estas células tienen una función importante: ayudar a que crezcan los vasos sanguíneos cuando el cuerpo lo requiere”, afirmó el coautor del estudio, el Dr. Sanuri Liyanage, del SAMRHI. “Se activan cuando hay una lesión o un flujo sanguíneo deficiente, momento en el que se expanden rápidamente para ayudar a la curación”.
Aunque algunos investigadores han especulado durante mucho tiempo sobre la posibilidad de que existan células como ésta, nunca se las había identificado de manera concluyente hasta ahora. En este trabajo, los científicos las descubrieron en la capa externa de corazones de ratones adultos, después de extraer el tejido y usar marcadores genéticos para clasificar los tipos de células que había en las muestras. La identidad de las células se basa en los tipos de genes que expresan. Después de aislar este nuevo tipo de célula único, los investigadores las cultivaron en el laboratorio para observar sus funciones.
Las investigaciones han sugerido que las células progenitoras de EndoMac pueden ayudar a la curación cuando el proceso se vuelve disfuncional, como en algunos casos de diabetes. Estas células tampoco expresan marcadores que las hagan específicas de la persona, por lo que también podrían utilizarse en procedimientos de trasplante de células madre como materiales que tienen menos probabilidades de ser rechazados por el sistema inmunológico del paciente. En un modelo de diabetes en ratones, estas células pudieron mejorar drásticamente la curación de las heridas en comparación con los ratones que no fueron tratados con estas células.
“En teoría, esto podría convertirse en un cambio radical para los pacientes que sufren heridas crónicas”, afirmó Liyanage. Los investigadores siguen caracterizando estas células y aprendiendo más sobre su presencia en el tejido humano. “Estamos entusiasmados por seguir explorando el potencial de estas células. Es muy pronto, pero las implicaciones podrían ser enormes”, añadió Liyanage.
Fuente: Nature Communications
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