Las células tienen distintas formas de comunicarse entre sí. Las vesículas extracelulares son un ejemplo: pueden funcionar como una especie de mensajero que envía diferentes cosas de una célula a otra. Son especialmente relevantes cuando las células experimentan estrés o muerte celular. Los investigadores han estado aprendiendo más sobre las VE y un nuevo estudio ha sugerido que se pueden aprovechar para monitorear el daño tisular que puede ocurrir en pacientes con leucemia. Los hallazgos se han publicado en Nature Communications.
Las EV se han estudiado a menudo mediante la evaluación de células que crecen en cultivos, pero en este estudio, los investigadores analizaron las EV en la médula ósea de ratones vivos. Los investigadores utilizaron microscopía de alta resolución para observar la médula ósea y la formación de EV a partir de los vasos sanguíneos. "Ningún otro estudio en el mundo ha podido lograr esto, por lo que es un gran triunfo para la comunidad científica de Australia", dijo la primera autora del estudio, la Dra. Georgia Atkin-Smith del Instituto Walter y Eliza Hall (WEHI).
Los investigadores determinaron que la leucemia puede dañar los vasos sanguíneos de la médula ósea. En ratones con daños graves en los vasos sanguíneos de la médula ósea, había niveles anormalmente altos de EV en la sangre. Esto sugirió que existe una conexión entre las EV en circulación y el daño tisular causado por el cáncer, agregó Atkin-Smith.
Aunque ya se había planteado esta hipótesis, esta investigación es la primera que establece un vínculo. "Haber visto con nuestros propios ojos cómo se produce el proceso de formación de EV después de cuatro años de investigación fue un momento increíble", afirmó la Dra. Atkin-Smith.
Las imágenes que generó el equipo iluminaron la formación de EV en condiciones normales y durante la enfermedad, lo que ha "avanzado significativamente" lo que sabemos sobre las EV. "Esto no solo ha desarrollado un nuevo marco para estudiar la formación de EV en organismos modelo, sino que podría informar nuevas herramientas de diagnóstico para monitorear el nivel de daño tisular observado durante la enfermedad a través de un simple análisis de sangre. Es un avance increíblemente emocionante", señaló Atkin-Smith.
Ahora los científicos están determinando si las EV funcionarán como biomarcador del daño tisular en pacientes con leucemia mieloide aguda (LMA). Esperan crear una prueba que pueda revelar cómo la enfermedad está afectando los tejidos sanos de los pacientes.
Tomado de: Walter and Eliza Hall Institute (WEHI)
Fuente: Nature Communications
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