.png)
Las vacunas han hecho avanzar el campo de la salud y la medicina a lo largo del último siglo. Por lo general, se administran antes de que se produzca una enfermedad para exponer a las personas a patógenos invasores. Las vacunas administradas como tratamiento preventivo ayudan al sistema inmunológico a generar una respuesta inmunitaria contra enfermedades que la persona pueda contraer en el futuro. Cuando una persona recibe una inyección en el consultorio del médico, se le inyecta una versión atenuada del patógeno. El cuerpo reconocerá entonces este patógeno como extraño y generará una respuesta inmunitaria contra él. Por eso, muchas veces una persona se siente enferma después de unos días de recibir la vacuna: el cuerpo está activando el sistema inmunológico para eliminar la enfermedad.
Existen muchos tipos de vacunas que se desarrollan para optimizar la administración de patógenos atenuados. Se podría decir que el tipo de vacuna más conocido utiliza ácido ribonucleico mensajero (ARNm). Estas vacunas funcionan mediante la administración del ARNm de un virus, lo que permite que las células humanas produzcan proteínas virales. El sistema inmunológico responde con fuerza a estas proteínas y las ataca con diferentes células inmunes, al mismo tiempo que genera anticuerpos contra ellas. Una vez que el cuerpo ha creado esta respuesta, el sistema inmunológico puede atacar más fácilmente al mismo virus en el futuro. Este reconocimiento de infecciones específicas se conoce como memoria inmunológica. Actualmente, las únicas vacunas de ARNm aprobadas por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) son para COVID-19. Sin embargo, el uso eficiente de las vacunas de ARNm para COVID-19 ha hecho que los científicos se pregunten si este formato se puede utilizar en otros entornos de enfermedades, incluido el cáncer.
Un artículo reciente en Nature Communications, escrito por la Dra. Damya Laoui y otros, presenta un nuevo enfoque terapéutico en el que el ARNm se integra en nanopartículas para superar la progresión tumoral. Laoui es líder de grupo en el Vlaams Instituut voor Biotechnologie (VIB) en Bruselas, Bélgica. Su trabajo se centra en la activación de células inmunitarias específicas conocidas como macrófagos y células dendríticas. Laoui también trabaja en el desarrollo de nuevas inmunoterapias personalizadas para pacientes con cánceres difíciles de tratar.
Los investigadores utilizaron nanopartículas basadas en lípidos para encapsular el ARNm y administrar la terapia de manera más eficiente. El uso de nanopartículas tiene muchos beneficios, entre ellos, una mayor solubilidad del fármaco, la protección del ARNm de la degradación, la biocompatibilidad y la capacidad de transportar una amplia gama de moléculas a las células. Laoui y su equipo pudieron demostrar una mayor eficacia del tratamiento utilizando vacunas de ARNm administradas con nanopartículas en varios modelos tumorales con una toxicidad limitada.
Los investigadores utilizaron modelos de ratón para probar la vacuna y el beneficio terapéutico contra los tumores. El equipo examinó más de cerca el mecanismo detrás de la terapia y descubrió que el ARNm en las nanopartículas era absorbido de manera más eficiente por las células y mejoraba la respuesta inmunitaria. Se activaron células inmunitarias específicas diseñadas para reconocer y atacar el tumor y limitaron el crecimiento del tumor. Además, cuando el equipo volvió a tratar a estos ratones con tumores, descubrieron que los ratones lo rechazaban. Esto indica que el sistema inmunitario obtuvo memoria inmunitaria y que las células inmunitarias pudieron reconocer y atacar el tumor antes de que se estableciera. Como resultado, Laoui y su equipo han desarrollado con éxito una vacuna contra el tumor eficaz. Es importante destacar que ha contribuido a la creciente literatura sobre la vacuna de ARNm y ha extendido el uso de una plataforma de nanopartículas y ARNm a la terapia contra el cáncer.
Tomado de: Labroots
Fuente: Nature
תגובות