Durante décadas, la esperanza de vida ha aumentado de forma constante en todo el mundo. Se calcula que, en 2050, aproximadamente una quinta parte de la población mundial tendrá más de 65 años. Hace tiempo que la gente busca en la Tierra la fuente de la juventud y busca formas de mantenerse sana, en forma y activa hasta bien entrada la vejez. Existen métodos probados a lo largo del tiempo para tener hábitos saludables de por vida, como llevar una buena dieta, hacer ejercicio con regularidad y mantenerse activo cognitiva y socialmente. También hay que señalar que los beneficios de la longevidad y la buena salud suelen extenderse a las personas que tienen una mejor posición socioeconómica; en otras palabras, la longevidad puede ser un verdadero privilegio para las personas que pueden permitirse y dedicar tiempo a una atención sanitaria de calidad, y que no están sometidas a un estrés constante. Las personas también buscan secretos y respuestas fáciles en la búsqueda de una vida más larga y saludable.
Los científicos tal vez hayan descubierto uno de esos secretos. En un artículo publicado en Nature Communications, los investigadores han identificado una proteína llamada OSER1 que parece tener un impacto significativo en la longevidad de varios organismos y que también podría funcionar de esa manera en los humanos.
"Hemos identificado esta proteína que puede prolongar la longevidad. Es un nuevo factor pro-longevidad y es una proteína que existe en varios animales, como moscas de la fruta, nematodos, gusanos de seda y en humanos", dijo la autora principal del estudio, la profesora Lene Juel Rasmussen, del Centro para el Envejecimiento Saludable de la Universidad de Copenhague.
Los investigadores buscaban proteínas reguladas por otra proteína llamada FOXO, que se sabe que es un factor de transcripción con efectos de amplio alcance que influyen en la longevidad. Este trabajo reveló diez genes que afectaban a la longevidad cuando se modificaban sus niveles de expresión. El gen que más afectaba a la longevidad de los diez era OSER1, por lo que el equipo se centró en ese gen para este trabajo.
El gen OSER1 se encuentra comúnmente en varios modelos animales y humanos, señaló el primer autor del estudio, Zhiquan Li. Después de analizar las proteínas animales y relacionar esos datos con estudios humanos, los investigadores descubrieron que también está presente en las personas. Li señaló que los científicos "están interesados en identificar genes de longevidad humana para posibles intervenciones y descubrimientos farmacológicos". Ahora los investigadores quieren aprender más sobre exactamente qué hace OSER1 en las células humanas; esto puede decirnos cómo podría afectar la longevidad y la salud.
"Actualmente, nos centramos en descubrir el papel de OSER1 en los seres humanos, pero la falta de literatura existente presenta un desafío, ya que hasta la fecha se ha publicado muy poco sobre este tema. Este estudio es el primero en demostrar que OSER1 es un regulador significativo del envejecimiento y la longevidad. En el futuro, esperamos proporcionar información sobre las enfermedades específicas relacionadas con la edad y los procesos de envejecimiento en los que influye OSER1", afirmó Li.
Ahora que se ha identificado OSER1, una comprensión profunda de su función y características moleculares podría abrir nuevas opciones de tratamiento para el envejecimiento o enfermedades relacionadas con el envejecimiento, como trastornos metabólicos y enfermedades neurodegenerativas o cardiovasculares. "Por tanto, el descubrimiento de este nuevo factor pro-longevidad nos permite comprender mejor la longevidad en los humanos", añadió Li.
Tomado de: University of Copenhagen
Fuente: Nature Communications
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