El lupus es un trastorno autoinmune en el que el cuerpo ataca sus propios tejidos y células. Si bien se desconoce la causa del lupus, existen varios subconjuntos que incluyen el lupus eritematoso sistémico (LES), el lupus cutáneo, el lupus inducido por fármacos y el lupus neonatal. El subconjunto más común es el LES con síntomas que incluyen dolor muscular/articular, fiebre, erupciones cutáneas, dolor en el pecho, caída del cabello, fatiga, llagas en la boca, problemas renales y otros. Desafortunadamente, no existe cura para el lupus, pero los medicamentos y los cambios en el estilo de vida ayudan a moderar los síntomas. Los medicamentos que previenen o reducen la inflamación generalmente se recetan junto con otras terapias que abordan el dolor y protegen el daño tisular.
Un artículo reciente en Cell Reports Medicine , el Dr. Felipe Andrade y colaboradores, revelan información sobre los síntomas del lupus. Más específicamente, cómo estos síntomas pueden variar en gravedad entre las personas. Andrade y colaboradores, exploraron el mecanismo subyacente que impulsa el lupus. Los investigadores concluyen que las proteínas inmunes, conocidas como interferones, están elevadas en el lupus y pueden causar síntomas relacionados con el lupus, como erupciones cutáneas, dolor en el pecho, fatiga y dolor. Los interferones ayudan a regular la inflamación y atraen células inmunitarias al lugar de la infección. En un sistema inmunológico sano, el interferón ayuda a combatir las infecciones. Sin embargo, en el contexto del lupus, la proteína ayuda a prolongar la inflamación que provoca el deterioro de los tejidos y las células.
Los investigadores estudiaron más de cerca el interferón para comprender cómo podría utilizarse con fines terapéuticos. Los medicamentos que suprimen un subconjunto de interferón (interferón I) se encuentran actualmente en ensayos clínicos; sin embargo, las condiciones de algunos pacientes no mejoraron incluso con pruebas genéticas que indicaron niveles altos de interferón I. Esto llevó al equipo a investigar los otros dos subconjuntos de interferón: interferón II e interferón III.
Se analizaron diferentes combinaciones de subconjuntos de interferón para determinar cómo su hiperactividad podría provocar la gravedad de los síntomas en los pacientes. Andrade y el equipo analizaron 341 muestras de pacientes. Después de caracterizar las muestras, los pacientes se dividieron en cuatro grupos diferentes: aumento de interferón I únicamente, aumento de todos los subconjuntos de interferón, aumento de interferón II y III y niveles iniciales de interferón.
La categorización de la expresión de interferón hizo posible establecer asociaciones entre la combinación de interferón y los síntomas del lupus. El aumento del interferón I sólo provocó erupciones y úlceras en la piel. El aumento de interferón I, II y III provocó síntomas graves, como daño a órganos. Lamentablemente, no todos los síntomas estaban asociados con los niveles de interferón. Esto indica que otros mecanismos biológicos además del interferón están influyendo en el sistema inmunológico. En muchos casos, el interferón interactúa con otras proteínas y células para provocar estos síntomas autoinmunes. La investigación realizada por Andrade y su equipo demuestra claramente que los niveles de interferón pueden desempeñar un papel en los síntomas del lupus, pero intervienen otros mecanismos. En general, esta investigación es fundamental para determinar qué pacientes pueden beneficiarse de opciones terapéuticas específicas. En el futuro, el equipo espera aprender más sobre qué impulsa la inflamación crónica en el lupus junto con el interferón.
Tomado de: Johns Hopkins School of Medicine
Fuente: Cell Reports Medicine
ความคิดเห็น